El secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, advirtió este jueves que la Administración de Donald Trump «confrontará» a los cárteles de narcotráfico que pongan en riesgo la seguridad nacional mediante el tráfico de drogas, mencionando específicamente al Cártel de los Soles, que, según él, está dirigido por el presidente venezolano Nicolás Maduro.
Rubio hizo estas declaraciones en un acto en el Departamento de Estado, donde evitó responder directamente a la prensa sobre un posible despliegue de tropas estadounidenses en América Latina para enfrentar a grupos criminales.
«Hay grupos narcoterroristas designados que operan en la región. Algunos de ellos utilizan el espacio aéreo internacional y las aguas internacionales para traficar veneno a Estados Unidos. Y esos grupos serán combatidos. El presidente lo ha dejado claro desde que asumió el cargo», afirmó.
Más adelante, el jefe de la diplomacia estadounidense mencionó específicamente al Cártel de los Soles, describiéndolo como una organización que «se hace pasar por un gobierno», en alusión al Ejecutivo de Maduro, al que Washington atribuye la dirección de este grupo.
Rubio lamentó que hasta ahora no se le haya prestado «suficiente atención» a este grupo que, según el secretario de Estado, es «una de las organizaciones criminales más amplias».
«El régimen de Maduro no es un gobierno. No es un gobierno legítimo. Nunca los hemos reconocido como tal. Son una organización criminal que básicamente ha tomado el control de un territorio nacional, de un país, y que, por cierto, también amenaza a las compañías petroleras estadounidenses que operan legalmente en Guyana», agregó.
En julio pasado, el Gobierno de Trump declaró al Cártel de los Soles como grupo terrorista y aumentó la recompensa a 50 millones de dólares por información que conduzca a la captura de Maduro.
Por su parte, Caracas sostiene que el Cártel de los Soles es un «invento» de Washington.
El canciller venezolano, Yván Gil, advirtió que percibe en Estados Unidos una «grave amenaza militar» que, bajo el argumento de luchar contra el narcotráfico, pretende transformar Latinoamérica en un «nuevo escenario de guerra colonial».