El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, envió un mensaje a los «hermanos cristianos» de las iglesias en Estados Unidos, pidiéndoles que «suenen las campanas» de la paz en lugar de «los tambores de la guerra», en un contexto en el que el Gobierno de Donald Trump mantiene un despliegue militar en el mar Caribe que Caracas considera una amenaza.
«Lanzamos nuestro mensaje desde Venezuela a los cristianos de Estados Unidos, a los cristianos de nuestra América, que llevemos el estandarte de la paz, la armonía, el perdón, la misericordia grande del Señor», expresó Maduro durante un encuentro de oración por la paz de Venezuela, transmitido por el canal estatal VTV.
A la reunión, celebrada en el Palacio de Miraflores —sede del Ejecutivo en Caracas— asistieron el hijo del mandatario, Nicolás Maduro Guerra, quien funge como vicepresidente de Asuntos Religiosos del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), así como representantes de diversas iglesias y denominaciones.
Más temprano, durante su participación en el Encuentro de Juristas en Defensa del Derecho Internacional, Maduro también se dirigió al pueblo estadounidense, instándolo a detener «la mano enloquecida de quien ordena bombardear, matar y llevar una guerra a Sudamérica, al Caribe», sin mencionar directamente a nadie.
Asimismo, pidió que desempeñen «un papel estelar» en este momento para evitar lo que —advirtió— podría convertirse en «una tragedia» para «toda América».
El pronunciamiento de Maduro se produjo un día después de que el Pentágono anunciara la operación ‘Lanza del Sur’, destinada supuestamente a combatir el narcotráfico procedente de Latinoamérica, aunque sin especificar objetivos u operaciones concretas, lo que eleva la presión de la Administración Trump sobre Venezuela y Colombia.
Ese mismo viernes, el presidente estadounidense Donald Trump sostuvo reuniones en la Casa Blanca con altos mandos del Pentágono para debatir «una variedad de opciones» sobre posibles acciones militares en Venezuela, según una exclusiva del Washington Post.
De acuerdo con la información periodística, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, y el jefe del Estado Mayor, Dan Caine, estuvieron por segundo día consecutivo en la Casa Blanca, mientras que un alto funcionario afirmó que Trump recibió «una serie de opciones» y mantiene una «ambigüedad estratégica» respecto a sus próximas decisiones.
También se informó este viernes de un nuevo ataque contra una embarcación en aguas internacionales, ocurrido el 10 de noviembre, como parte del despliegue militar en el Caribe. Se presume que los cuatro tripulantes de la nave murieron.


