El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, advirtió a los países de América Latina y el Caribe, así como a los miembros de la Asamblea General de la ONU, sobre el impacto que tendrá en la «economía mundial» el bloqueo impuesto por Estados Unidos a los buques petroleros sancionados que entren o salgan de Venezuela.
Este lunes, a través de una carta leída por el canciller venezolano Yván Gil, Maduro advirtió que las medidas de Estados Unidos —que incluyen la confiscación de dos buques con petróleo venezolano en el Caribe— impactarán el suministro de crudo e «incrementarán la inestabilidad de los mercados internacionales».
Asimismo, alertó sobre «una escalada de agresiones» de «extrema gravedad» que, según Maduro, no solo afectará a Venezuela, sino que también «pone en riesgo la estabilidad de toda la región».
«El bloqueo y la piratería contra el comercio energético venezolano afectarán el suministro de petróleo y energía, incrementarán la inestabilidad de los mercados internacionales, golpearán las economías de América Latina y el Caribe y el mundo, especialmente en los países más vulnerables», precisó el mandatario, según leyó su canciller en una transmisión del canal estatal VTV.
«La energía no puede convertirse en arma de guerra ni en instrumento de coerción política», añadió Maduro, quien instó a los países destinatarios de la carta a condenar las «acciones de agresión» y a exigir el «cese inmediato del despliegue militar, el bloqueo y los ataques armados» de EE. UU.
Maduro también instó a activar los mecanismos del sistema multilateral de Naciones Unidas para sancionar y prevenir este tipo de acciones.
El presidente recordó que el 14 de agosto Estados Unidos desplegó «el mayor operativo naval y aéreo en el Caribe de las últimas décadas», bajo la supuesta justificación de una operación antidrogas, lo que, en su opinión, constituye «una amenaza de uso de la fuerza».
«Venezuela no ha cometido ninguna acción que justifique esta intimidación militar», afirmó, reafirmando la «vocación de paz» del país, pero enfatizando que está preparado para defender su soberanía, integridad territorial y recursos «de acuerdo con el derecho internacional».
El domingo, Estados Unidos llevaba a cabo una operación para interceptar un tercer buque petrolero en el Caribe, cerca de las costas venezolanas, según medios estadounidenses, un día después de incautar un tanquero con bandera panameña que, según Washington, transportaba «crudo sancionado» de la llamada «flota fantasma» venezolana.
Este sería el segundo buque que Estados Unidos intenta interceptar durante el fin de semana bajo órdenes de Donald Trump y el tercero desde que se intensificaron los esfuerzos estadounidenses para cortar el flujo de crudo desde Venezuela, como parte de la creciente presión de la Casa Blanca sobre el Gobierno de Maduro.


