Las intensas lluvias monzónicas han causado al menos 178 fallecidos en Pakistán desde finales de junio, mientras las autoridades despliegan «todos los recursos» para proteger a la población.
Según un informe de la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres (NDMA), entre el mediodía del miércoles y el del jueves fallecieron al menos 54 personas, incluyendo 22 niños, y otras 227 resultaron heridas, de las cuales 54 son menores.
Desde el 26 de junio, el total de víctimas asciende a 178 fallecidos, entre ellos 85 niños, y 491 heridos, distribuidos en 190 hombres, 162 niños y 139 mujeres.
La provincia más poblada del país, Punjab, ha sido la más afectada con 103 muertes, seguida por Khyber Pakhtunkhwa con 38, Sindh con 20, Baluchistán con 16 y la región de Cachemira bajo control paquistaní con una víctima, según datos de la NDMA.
Durante ese mismo periodo, 156 viviendas fueron totalmente destruidas y otras 454 resultaron parcialmente dañadas por las fuertes lluvias. Además, se registraron 126 muertes de animales de ganado.
El ministro del Interior, Mohsin Naqvi, declaró el jueves que el gobierno está empleando todos los recursos disponibles para salvaguardar a la población durante la temporada de lluvias.
«A pesar de los desafíos que presentan las lluvias actuales, estamos trabajando sin descanso para garantizar la seguridad de todos», dijo Naqvi en la red social X.
«Los equipos de rescate están en alerta, se están despejando los desagües y se están movilizando todos los recursos», agregó.
Ese mismo día, el primer ministro Shehbaz Sharif visitó el Centro Nacional de Operaciones de Emergencia de la NDMA en Islamabad y pidió la creación de un plan coordinado para evitar pérdidas humanas y materiales ante el incremento de lluvias torrenciales, aguaceros intensos e inundaciones repentinas.
La temporada del monzón, responsable de entre el 70 % y el 80 % de las precipitaciones anuales en el sur de Asia, inicia a finales de junio en Pakistán y se extiende hasta septiembre.
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