Por: Leanlly Pérez- Con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha lanzado una seria advertencia sobre el impacto global de la contaminación por plásticos, señalando que cada año alrededor de 11 millones de toneladas de residuos plásticos terminan en océanos, ríos y lagos, lo que equivale al peso de unas 2.200 torres Eiffel.
Esta acumulación de plásticos representa una amenaza creciente para la vida marina, la salud humana y el bienestar económico de millones de personas en todo el mundo.
El secretario general de la ONU, António Guterres, subrayó que los plásticos no solo obstruyen ecosistemas acuáticos, sino que al degradarse en microplásticos, se diseminan por todo el planeta, alcanzando incluso el cuerpo humano.
Estudios han detectado microplásticos en la leche materna y en el cerebro humano, lo que pone de manifiesto el alcance alarmante de esta contaminación y su conexión con otras crisis ambientales como el cambio climático.
Uno de los datos más preocupantes presentados fue el resultado de una investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que reveló por primera vez la presencia de microplásticos en los corales Cladocora caespitosa de las islas Columbretes, una especie catalogada como en peligro de extinción en el mar Mediterráneo. Estos residuos llegan desde zonas más al norte, arrastrados por las corrientes marinas, agravando el deterioro de ecosistemas vulnerables.
Ante esta situación, Guterres hizo un llamado urgente a los países para que alcancen un acuerdo global vinculante que regule todo el ciclo de vida del plástico, desde su producción hasta su disposición final, basado en principios de una economía circular.
También instó a los negociadores internacionales a retomar las conversaciones en agosto con un compromiso firme para cerrar un tratado que ponga límites efectivos a esta crisis.