El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk, acusó al Gobierno de Irán de hacer uso de la pena de muerte para «atemorizar» a la población del país y «presionar» a los manifestantes, que llevan protestando contra las autoridades desde el pasado mes de septiembre.
Asimismo, Turk calificó la actuación policial como una «violación del Derecho Internacional» y condenó la ejecución de cuatro individuos que participaron en las protestas tras “juicios acelerados”.
De igual forma, arremetió contra «la militarización de los procedimientos para castigar a la gente por ejercer sus derechos básicos, como lo es participar en una protesta u organizarla».
Volker Turk sugirió, en un comunicado, al gobierno iraní servir a los intereses de su pueblo y escuchar sus demandas, además de llevar a cabo reformas políticas para garantizar el respeto a la diversidad de opiniones y la libertad de expresión.
Indicó, además, que las condenas a muerte han sido impuestas tras presentar cargos por delitos como el de ‘moharebé’,(hacer la guerra contra dios), que «distan significativamente de lo que son considerados como delitos graves por el Derecho Internacional».
«Reitero nuevamente mi preocupación y mi llamamiento al Gobierno de Irán para que respete la vida y las voces de pueblo e imponga una moratoria inminente a la pena de muerte para detener todas las ejecuciones», subrayó.
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