La actividad del sector manufacturero en China experimentó en mayo su primera caída en ocho meses, debido a los efectos de la guerra comercial con Estados Unidos, según reveló el índice de gerentes de compras (PMI), publicado por el medio digital privado Caixin.
El indicador, elaborado por la agencia calificadora Standard & Poor’s (S&P) y utilizado por numerosos inversores internacionales como referencia para evaluar la industria manufacturera china, descendió de 50.4 puntos en abril a 48.3 en mayo, su nivel más bajo desde septiembre de 2022.
Al medir el índice PMI, un valor superior a los 50 puntos indica un crecimiento de la actividad manufacturera respecto al mes anterior, mientras que un puntaje inferior refleja una contracción.
El resultado sorprendió a los analistas, quienes no solo descartaban una caída, sino que esperaban una aceleración en el crecimiento del sector. Sus estimaciones ubicaban el índice alrededor de los 50.6 puntos.
Además, el informe de Caixin contrasta con los datos oficiales publicados recientemente por la Oficina Nacional de Estadística (ONE), que, aunque aún reflejan una contracción, mostraron una leve mejora al subir de 49 a 49.5 puntos.
El estudio también señala que el sector manufacturero chino registró en mayo la mayor disminución de nuevos pedidos en más de dos años y medio, lo que refleja una caída en la demanda. Esta baja estuvo influenciada, en parte, por el segundo mes consecutivo de reducción de pedidos del extranjero, lo que derivó en la primera disminución de la producción en los últimos 19 meses.
Wang Zhe, economista de Caixin, señaló que el subíndice de nuevos pedidos de exportación descendió a su nivel más bajo desde julio de 2023.
Además, indicó que los precios de venta cayeron por sexto mes consecutivo, como resultado de las reducciones aplicadas por los fabricantes chinos para seguir siendo competitivos.
No obstante, el especialista resaltó que el ánimo entre los empresarios del sector manufacturero mejoró tras el inicio de una tregua comercial de 90 días entre China y Estados Unidos a mediados de mayo. Este repunte en la confianza ocurrió después del fuerte deterioro registrado en abril, cuando el aumento de los aranceles entre ambas potencias generó una especie de embargo comercial recíproco.
«El indicador que mide las expectativas sobre la producción futura se mantuvo en zona de expansión, casi 3 puntos por encima del nivel de abril, el tercero más bajo en la serie histórica. Las empresas encuestadas creen que el conflicto comercial China-EE.UU. amainará a corto plazo, y esperan que el mercado exterior mejore», subrayó Wang.
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