La empresa de producción de eventos, Phantom Labs, demandó al rapero Kanye West por la suma de 7 millones de dólares que supuestamente debe a la institución tras cancelar conciertos a ultima hora.
Estos alegan que al interprete de «Kiki do you love me» se le encargó una serie de trabajos desde el año pasado, incluida la organización del concierto en Coachella que canceló a última hora.
Según documentos, la compañía afirma que comenzó a trabajar con West, en otoño de 2021 para renovar una nave industrial que el rapero quería convertir en un estudio creativo.
La empresa indicó que este nunca pagó por ese proyecto.
“De los aproximadamente 7,1 millones de dólares adeudados, los demandados no han pagado a Phantom ni un centavo, a pesar de las repetidas solicitudes de pago», informa la compañía.
Otros encargos asumidos por Phantom Labs, que Kanye West tampoco abonó, figuran varios conciertos de su serie «Sunday Service», una especie de eucaristías góspel con las que promocionó el disco religioso «Jesus is King».
Asimismo, la empresa organizó el evento de Miami con el que anunció en febrero de este año el lanzamiento de su último álbum, «Donda 2», y por el que piden 2,2 millones de dólares.
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Además, los demandantes también reclaman más de 1 millón de dólares que tuvieron que pagar de su bolsillo al romper el contrato con el festival de música Coachella.
Esto ocurrió cuando West se retiró del cartel días antes de su comienzo.
De acuerdo con la demanda, los representantes de West acordaron con Phantom Labs el pago de 5 millones de dólares en conceptos atrasados.
Esto se realizara a cambio de que se encargaran de producir su concierto en Coachella.
Sin embargo, tras la cancelación, tanto ese abono como los gastos derivs dos de la preparación del espectáculo quedaron otra vez en el aire.
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