Por: Leanlly Pérez- El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, anunció su dimisión este lunes tanto como líder del Partido Liberal como jefe de Gobierno, después de haber estado al mando del país durante más de nueve años.
La decisión llega en un contexto de creciente impopularidad y presión dentro de su propio partido. Según el periódico The Globe and Mail, Trudeau ha enfrentado una serie de desafíos políticos, incluyendo una fuerte caída en las encuestas de opinión y una revuelta interna dentro del Partido Liberal.
Uno de los principales factores que ha afectado la figura del primer ministro ha sido la creciente inestabilidad política en su gobierno, en parte provocada por la pérdida de apoyo dentro de su propio partido.
Desde hace meses, las encuestas han mostrado un fuerte desplome en la aprobación de su gestión, con los votantes preocupados por temas como el incremento del costo de la vida, la escasez de viviendas asequibles y el deterioro de los servicios públicos.
La situación se ha agravado por el apoyo de los tres principales partidos de oposición, incluido el socialdemócrata Nuevo Partido Democrático (NPD), quienes han promovido una moción de censura en su contra con el objetivo de derrocar su gobierno y convocar elecciones anticipadas.
A lo largo de este proceso, el Partido Liberal ha quedado en una posición de minoría en la Cámara Baja, gobernando solo con el apoyo del NPD tras las elecciones generales de 2021.
Esto ha hecho que la coalición de gobierno sea aún más inestable. Según las últimas encuestas, el Partido Conservador se perfila como el favorito para ganar las próximas elecciones, con una ventaja superior a los veinte puntos respecto al Partido Liberal, que incluso podría caer al cuarto puesto en el Parlamento.
La crisis interna del Partido Liberal se intensificó el 16 de diciembre de 2024, cuando Chrystia Freeland, la viceprimera ministra y ministra de Finanzas, presentó su dimisión inesperada y criticó abiertamente las políticas económicas de Trudeau.
Esta renuncia fue vista como un duro golpe para el liderazgo de Trudeau, quien ha enfrentado críticas por no abordar de manera efectiva los problemas económicos del país. Tras la dimisión de Freeland, Trudeau ha estado notablemente ausente de la vida pública, y varios diputados liberales han comenzado a respaldar la idea de su renuncia.
Además, Trudeau ha sido objeto de ataques constantes por parte de figuras internacionales, como el presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, quien ha ridiculizado al primer ministro canadiense en diversas ocasiones y hasta sugirió que Canadá debería unirse a Estados Unidos.
Esta presión externa ha agravado aún más la situación política de Trudeau, mientras su figura continúa perdiendo fuerza tanto dentro como fuera de Canadá.
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