Los planes del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para revertir la polémica política migratoria de su antecesor, Donald Trump, han chocado con la Justicia.
Primero reinstaló el programa que obliga a los solicitantes de asilo a esperar en México y ahora ha blindado las deportaciones exprés.
“Los jueces han bloqueado muchas de las políticas de la Administración Biden porque creen que el Gobierno debería rechazar a más inmigrantes y no permitirles buscar asilo, aunque eso sea legal”. Dijo Aaron Reichlin-Melnick, experto en migración del American Immigration Council.
El Título 42
El último golpe llegó el pasado 20 de mayo de la mano del juez de Luisiana Robert Summerhays, nominado en su momento por Trump, que anuló el intento de Biden de acabar con el Título 42, una política de expulsión de indocumentados amparada en la pandemia de covid-19.
El Gobierno apelará la sentencia, pero el Título 42 permanecerá intacto mientras no se resuelva la batalla legal, que podría alargarse hasta bien entrado el año 2023.
“El Título 42 es un fracaso como política de gestión de la frontera. Ha generado un mayor caos y más cruces fronterizos”, afirmó Reichlin-Melnick.
Y es que muchas personas intentan cruzar la frontera varias veces porque no cuentan con antecedentes al ser devueltos en caliente.
Bajo el Título 42 se han realizado 1.8 millones de expulsiones.
Si deciden entrar en Estados Unidos por los puertos de entrada oficiales, se topan con otra política de Trump: el Protocolo de Protección a Migrantes (MPP), conocido como “Permanece en México”.
“Ahorita no hay una forma de entrar a pedir asilo de una manera digna o legal.
Y hay que recordar que el asilo es un derecho humano”.
Explicó a Efe Crystal Sandoval, miembro de Las Américas, organización que asesora legalmente a los migrantes desde la fronteriza ciudad de El Paso (Texas).
Sandoval explicó que las normativas de Trump han forzado a muchos migrantes a cruzar la frontera por “áreas rurales remotas”, donde “corren un mayor riesgo”.
Además, muchas expulsiones son “discrecionales” en función de la nacionalidad de la persona.
El racismo es muy fuerte.
Si podemos acoger a comunidades como los ucranianos o los afganos, tenemos potencial de hacer lo mismo con cualquiera que se acerque a pedir asilo, reivindicó Sandoval.
Rico Ocampo trabaja en Las Vegas para la organización de acogida a migrantes Se hace camino en Nevada, donde tienen claro que las personas que llegan al país.
“Lo único que quieren es trabajar y huir” de su lugar de origen.
“Defender el Título 42 es mantener el legado de Donald Trump. Quien durante su Administración atacó a la comunidad inmigrante en cada oportunidad”, manifestó Ocampo en entrevista.
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