Pakistán experimentó este viernes uno de los días más violentos de los últimos años, con dos ataques a mezquitas que resultaron en al menos 52 víctimas mortales, aunque esta cifra podría incrementarse, dado el temor de que haya numerosos fieles atrapados entre los escombros.
El primer atentado suicida ocurrido hoy, dirigido a una mezquita en la provincia de Baluchistán, ha dejado un saldo de al menos 52 fallecidos y 50 heridos, y es el segundo ataque más mortífero registrado en Pakistán contra una mezquita en lo que va del año.
Posteriormente, un segundo atentado suicida sacudió una mezquita en la ciudad de Hangu, ubicada en la conflictiva provincia de Khyber Pakhtunkhwa, dejando un saldo de cuatro fallecidos.
Las autoridades del país asiático temen que entre 30 y 40 personas puedan estar atrapadas bajo los escombros, y han iniciado una operación de rescate.
Según medios locales, al menos dos atacantes suicidas estuvieron involucrados en el ataque: uno atacó la puerta de la estación de policía, mientras que el otro se inmoló dentro de la mezquita.
Las mezquitas de Pakistán están especialmente concurridas este viernes, ya que la mayor parte de la población celebra la festividad musulmana de Eid Miladun Nabi, que conmemora el aniversario del nacimiento del profeta Mahoma.
En los últimos 20 años, Pakistán ha sufrido decenas de atentados contra sus mezquitas y templos. En julio del 2003, un atentado contra una mezquita de Chií en Qüetta dejó 53 muertos, y otro, en julio de 2007, resultó en la muerte de 103 personas.
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