Por: Leanlly Pérez- Este lunes, la futbolista Jenni Hermoso testificó en el juicio contra Luis Rubiales, expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), asegurando que el beso que él le dio en la boca tras la final del Mundial Femenino de 2023 fue inesperado y sin su consentimiento.
«No debe ocurrir en ningún ámbito social ni laboral», afirmó Hermoso, quien declaró durante más de dos horas en el tribunal de San Fernando de Henares, Madrid.
La jugadora explicó que el gesto la tomó por sorpresa y le hizo sentir vulnerada. «Me sentí poco respetada. Me estaba besando mi jefe y eso no debe pasar», enfatizó.
También señaló que el incidente arruinó lo que debía haber sido uno de los días más felices de su vida.
Rubiales enfrenta cargos por agresión sexual y coacciones, con una petición fiscal de 2.5 años de cárcel.
También están procesados el exseleccionador Jorge Vilda y los exdirigentes de la RFEF, Rubén Rivera y Albert Luque, acusados de presionar a Hermoso para minimizar el incidente.
La futbolista relató que la federación le insistió en repetidas ocasiones para grabar un video o firmar declaraciones justificando el gesto de Rubiales, lo que la hizo sentirse «harta» y vulnerable. Finalmente, pidió que la dejaran «en paz».
El escándalo llevó a la suspensión de Rubiales por parte de la FIFA y a su renuncia en septiembre de 2023.
Hermoso también detalló que sufrió miedo al volver a España por la atención mediática y decidió trasladarse a México, donde juega en el Pachuca, aunque confesó que su vida sigue «en stand by» desde el suceso.
El juicio se extenderá hasta el 19 de febrero y contará con testimonios de figuras clave como Alexia Putellas y el seleccionador masculino Luis de la Fuente.
Rubiales, quien insiste en que el beso fue «un gesto entre amigos», declarará el 12 de febrero. Además, enfrenta otra investigación por presunta corrupción durante su gestión en la RFEF entre 2018 y 2023.
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