El informe también confirma que Epstein, quien fue arrestado en julio de 2019 y enfrentaba cargos que podrían haberlo llevado a pasar el resto de su vida en prisión, murió por suicidio en su celda en una prisión federal de Nueva York.
Esta conclusión pone fin, de forma oficial, a las especulaciones que sugerían un posible asesinato encubierto para silenciarlo, una teoría impulsada por algunos aliados del presidente Donald Trump.
Las autoridades revisaron minuciosamente decenas de miles de documentos, registros de vuelos, grabaciones de seguridad y videos incautados desde el inicio de las investigaciones.
No encontraron ninguna evidencia creíble de que Epstein haya chantajeado a personas influyentes ni de que existiera una lista de clientes vinculados a los crímenes que se le imputaban. Además, el análisis de los videos de seguridad demostró que nadie entró en el área donde Epstein fue encontrado muerto, reforzando la versión oficial del suicidio.
El informe también establece que no se abrirán nuevas investigaciones ni se presentarán cargos adicionales contra personas que no hayan sido acusadas previamente. Asimismo, el Departamento de Justicia dejó claro que no se divulgarán más registros relacionados con el caso y reafirmó su compromiso en la lucha contra la explotación infantil y en garantizar justicia a las víctimas.
Aunque el gobierno busca con esta conclusión cerrar un capítulo lleno de controversias, muchas voces críticas sostienen que aún quedan preguntas sin respuesta y que la verdad completa sigue sin conocerse.
El caso Epstein, que expuso una red de abusos sexuales, lujos desmedidos y conexiones con figuras influyentes, sigue siendo uno de los escándalos más mediáticos y debatidos de la última década.
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