Por: Leanlly Pérez- En República Dominicana, durante los últimos 18 meses, se han reportado más de 54,000 celulares como robados o extraviados, lo que representa un promedio superior a 100 casos diarios.
Esta cifra no solo refleja una preocupante crisis de seguridad ciudadana, sino que también alimenta una compleja red paralela de comunicaciones ilegales que está estrechamente vinculada al crimen organizado y resulta difícil de rastrear por las autoridades.
Ante esta situación, el Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (Indotel) anunció la implementación de una resolución que otorga un plazo de 30 días a las compañías telefónicas para depurar y validar la identidad de todos los usuarios que tengan líneas móviles prepago activas.
Esta medida busca cortar de raíz una cadena de delitos cada vez más sofisticada, donde los dispositivos robados son utilizados para cometer actividades delictivas graves como extorsión, estafas, narcotráfico, sicariato y suplantación de identidad.
Uno de los grandes problemas que facilita estos delitos es el anonimato que ofrece la compra de líneas prepago sin registro formal. Muchos delincuentes adquieren una tarjeta SIM, cometen el delito y luego la descartan, dificultando cualquier investigación y la captura de los responsables.
Según datos de la Procuraduría General de la República, de los aproximadamente 400,000 chips que se activan mensualmente en el país, un 85% se vende de manera informal en calles y plazas sin ningún control.
Además, se estima que cada mes ingresan al mercado informal alrededor de 4,000 celulares robados provenientes del extranjero.
El presidente de Indotel, Guido Gómez Mazara, calificó esta situación como una industria ilegal muy rentable que ha operado sin consecuencias durante años, y anunció que ahora se actuará con responsabilidad y en coordinación con el Ministerio Público para enfrentar el problema.
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