Por: Leanlly Pérez- El Parlamento de Hungría aprobó una enmienda constitucional que permite al gobierno prohibir actos públicos de comunidades LGBTQ+, en una medida que ha sido ampliamente criticada como autoritaria.
La reforma fue impulsada por el partido gobernante Fidesz-KDNP, liderado por el primer ministro Viktor Orbán, y aprobada con 140 votos a favor y 21 en contra.
Esta decisión constitucionaliza una ley aprobada en marzo que prohíbe eventos como las marchas del Orgullo, utilizando el argumento de proteger a los menores y estableciendo que el derecho al desarrollo moral, físico y espiritual de los niños prevalece sobre otros derechos, como el de reunión pacífica.
La nueva normativa también autoriza el uso de reconocimiento facial para identificar a quienes asistan a eventos LGBTQ+, con sanciones que pueden llegar hasta los 546 dólares.
Diversas figuras de la oposición y grupos de derechos civiles han denunciado estas medidas como herramientas de represión política y social, destinadas a distraer de los problemas reales del país y movilizar a los votantes conservadores antes de las elecciones de 2026.
Además, la enmienda reafirma una visión binaria del género al declarar que la constitución solo reconoce dos sexos: masculino y femenino.
Esta disposición refuerza la exclusión de personas transgénero e intersexuales, y prohíbe indirectamente la adopción por parte de parejas del mismo sexo.
El gobierno defiende estas medidas como una reafirmación de la «realidad biológica», mientras que grupos defensores de los derechos humanos la consideran una clara señal de exclusión y humillación hacia las personas LGBTQ+.
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