Por: Leanlly Pérez- Cada 4 de septiembre se conmemora el Día Mundial de la Salud Sexual, una fecha para recordar que la sexualidad es una dimensión esencial de la vida humana. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud sexual como un estado de bienestar físico, emocional, mental y social, que va más allá de la ausencia de enfermedades.
El lema de 2025, “Justicia sexual: ¿Qué podemos hacer?”, invita a reflexionar sobre los derechos sexuales y reproductivos, la autonomía corporal, la libertad de elección reproductiva y el acceso a información confiable, sin censura, vergüenza ni estigmas. La campaña destaca la importancia de proteger los derechos de las personas LGBTQ+, incluyendo adolescentes trans, no binarios, gays y lesbianas, quienes enfrentan mayores barreras para ejercer su sexualidad con igualdad y dignidad.
En Paraguay, el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPBS) recuerda que la salud sexual y reproductiva abarca todas las etapas de la vida. Se impulsan programas de atención, prevención y consejería que incluyen métodos anticonceptivos, controles médicos, planificación familiar, parto seguro y prevención de cánceres como el de cuello uterino y mama. La cobertura médica alcanza al 70% de la población, y la atención institucional de partos supera el 95%.
Además, el MSPBS avanza en normativas para la atención integral del climaterio y la menopausia, acompañando a las mujeres durante estos cambios hormonales y emocionales. Los especialistas recomiendan controles médicos anuales y hábitos saludables, como reducir el consumo de tabaco, para preservar la salud general y sexual.
El Día Mundial de la Salud Sexual es un llamado a construir sociedades más justas, inclusivas y libres de discriminación, donde todas las personas puedan ejercer sus derechos sexuales y reproductivos con dignidad y acceso a servicios de calidad.