Por: Leanlly Pérez- Un hombre de 35 años, identificado como Francesco (nombre ficticio para proteger su identidad), perdió su mandíbula debido a un error médico ocurrido el año pasado en el Policlínico Umberto I de Roma.
El incidente tuvo lugar cuando los médicos confundieron los resultados de los exámenes de Francesco con los de otro paciente que tenía un tumor maligno.
Como resultado de esta negligencia, Francesco fue diagnosticado erróneamente con un osteosarcoma maligno de alto grado y, en consecuencia, se le practicó una cirugía para extirparle la mandíbula y someterlo a varios ciclos de quimioterapia.
La confusión comenzó cuando Francesco, quien inicialmente buscaba una intervención sencilla para extraerse una muela del juicio y un quiste, se sometió a un examen histológico rutinario.
Un mes después, le comunicaron que tenía un tumor maligno y que su única opción era una cirugía para eliminar la mandíbula, lo que le causó gran angustia.
En julio de 2024, después de la cirugía para colocar una placa de reconstrucción en su mandíbula, Francesco despertó con parálisis en el lado derecho de su cara, lo que le dejó deformada la apariencia.
Desconcertado por la falta de coherencia en la información proporcionada por los médicos, Francesco decidió realizarse una prueba de ADN para verificar la autenticidad de su diagnóstico.
Los resultados confirmaron que el material biológico extraído no pertenecía a él. En ese momento, descubrió que no tenía cáncer, pero que había perdido parte de su rostro de manera innecesaria.
En su declaración, Francesco expresó: «Aún ahora no puedo describir mi estado de ánimo. Estoy vivo, estoy sano, no tengo ninguna enfermedad mortal, pero he sufrido mucho».
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