Por: Leanlly Pérez- Lyle y Erik Menéndez, quienes cumplen cadena perpetua por el asesinato de sus padres José y Kitty Menéndez en 1989, enfrentan una nueva audiencia judicial este jueves y viernes en Los Ángeles, con la esperanza de obtener una revisión de su sentencia.
Los hermanos, encarcelados desde hace más de tres décadas, buscan demostrar que ya no representan un peligro para la sociedad y que merecen una oportunidad de libertad.
Durante el mediático juicio en los años 90, la Fiscalía alegó que los hermanos planearon el crimen para heredar una fortuna de 14 millones de dólares.
Sin embargo, la defensa argumentó que actuaron tras años de abusos físicos, psicológicos y sexuales por parte de sus padres, y que el asesinato fue en defensa propia. Aunque el primer juicio no logró un veredicto unánime, en un segundo juicio fueron finalmente condenados a prisión perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
Este nuevo intento de modificar la sentencia llega en medio de un renovado interés público gracias a una miniserie y un documental de Netflix que reavivaron el debate sobre su caso. A raíz de esto, los hermanos han ganado apoyo popular y de algunos familiares, quienes destacan su comportamiento ejemplar en prisión y aseguran que están preparados para reintegrarse a la sociedad.
La audiencia actual fue posible gracias a una moción presentada anteriormente por el entonces fiscal del distrito de Los Ángeles, quien se mostró a favor de revisar la sentencia.
No obstante, el actual fiscal, Nathan Hochman, se opone rotundamente a cualquier modificación, alegando que los hermanos no han asumido plenamente la responsabilidad del crimen y que no existen nuevas pruebas suficientes para justificar un nuevo juicio o una reducción de la condena. Aunque intentó retirar la moción de su predecesor, el juez Michael Jesic se opuso, permitiendo que la audiencia se celebre.
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