El presidente de la Suprema Corte de Justicia (SCJ), Henry Molina, aseguró este miércoles que la independencia judicial no es un privilegio de los jueces sino una garantía de la ciudadanía, al entender que un Poder Judicial fuerte no se legitima por la popularidad de sus decisiones, sino por la fidelidad a la Constitución y las leyes.
“Cuando un juez puede decidir sin temor, ajeno a presiones externas y sin cálculos fuera del Derecho, la sociedad gana en certeza, en igualdad y en confianza. Así, la independencia judicial deja de ser una aspiración abstracta y se convierte en una garantía concreta para la ciudadanía y en un pilar efectivo de nuestra democracia constitucional”, afirmó Molina.
Afirmó que los sistemas de carrera judicial refuerzan esta garantía, asegurando que los jueces actúen basándose en el mérito, la capacitación y la experiencia adquirida, en lugar de intentar “agradar, convencer o prometer”, lo que contribuye a aumentar la confianza de la ciudadanía en las decisiones del Poder Judicial.
Molina se expresó de esta manera al dirigirse a los nuevos jueces y juezas de la Promoción 2023 del Programa de Formación de Aspirantes a Jueces de la Escuela Nacional de la Judicatura, durante una ceremonia en la Suprema Corte de Justicia que contó con la asistencia de la vicepresidenta Raquel Peña.
“La legitimidad democrática del juez se construye en su práctica cotidiana: escuchar activamente, estudiar con detenimiento cada caso, aplicar el derecho desde la sana crítica, motivar con rigor y asumir su decisión con responsabilidad, integridad y valentía, incluso cuando hacerlo resulte impopular”, indicó.


