El Consejo Unificado de Empresas Distribuidoras (CUED) realizó el acto de presentación de credenciales de la licitación pública para nueva generación renovable de hasta 600 MW, que por primera vez incluye infraestructura de almacenamiento de energía o baterías como componente esencial de los proyectos.
El presidente del CUED, Celso Marranzini, destacó que la incorporación de esta tecnología permitirá convertir las fuentes renovables en energía de base, fortaleciendo la estabilidad del sistema eléctrico y la confiabilidad del suministro nacional.
“Estoy viendo una gran concurrencia que definitivamente va a mejorar la situación de las distribuidoras, y más aún con baterías”, señaló.
Su incorporación no solo mejora la estabilidad del sistema y reduce la dependencia de combustibles fósiles, sino que también convierte a las renovables en una fuente continua y gestionable de energía, lo que se traduce en mayor seguridad energética y eficiencia operativa para los sistemas eléctricos nacionales.
Países líderes en transición energética como España, Chile y Estados Unidos ya integran este tipo de soluciones en sus licitaciones, consolidando un nuevo estándar para la generación limpia y de base.
La licitación busca la contratación de nueva generación eólica y solar fotovoltaica con sistemas de almacenamiento, en capacidades que van desde 20 hasta 300 megavatios, para una capacidad total de 600 MW.
El período de suministro será de 15 años, iniciando dentro de los 24 meses posteriores a la firma de los contratos, distribuyéndose la energía entre Edenorte (30 %), Edesur (35 %) y Edeeste (35 %).