Gobierno irlandés prohíbe la venta de productos de vapeo a menores de 18 años

El Gobierno de Irlanda implementará a partir del viernes una nueva ley que prohíbe la venta de productos de vapeo a menores de 18 años, una normativa que contempla multas de hasta 4,000 euros y posibles penas de cárcel de hasta seis meses.

El ministro irlandés de Sanidad, Stephen Donnelly, comunicó la implementación de medidas adicionales el próximo año para regular la industria del tabaco, y resaltó que la nueva legislación estará vigente antes de la temporada navideña.

«Me comprometí a incluir en una ley la prohibición sobre la venta de productos de vapeo a los menores antes de Navidad y estoy encantado de que haya sido posible», declaró.

Donnelly expresó su gratitud a los legisladores de ambas cámaras del Parlamento de Dublín por respaldar de manera rápida este conjunto legislativo. Esta acción se llevó a cabo luego de iniciar un «proceso consultativo» al respecto en noviembre pasado.

Además, el Gobierno está considerando tomar nuevas medidas para el 2024, tales como la regulación del paquete y los sabores de los productos de inhalación de nicotina, con el objetivo de reducir su atractivo entre los jóvenes.

«Sabemos que los jóvenes que vapean tienen más probabilidades de fumar después, por lo que es importante que no se sientan atraídos por estos productos», dijo Hildegarde Naughton, ministra de Salud Pública, Bienestar y Prevención de Drogas.

A partir de este viernes, la nueva ley también prohíbe la venta de estos productos en eventos dirigidos a menores, así como la publicidad en el transporte público y cerca de instituciones educativas.

De igual manera, se establecerá un sistema de concesión de licencias más riguroso para los establecimientos que comercialicen estos productos, y se prohibirá el uso de máquinas expendedoras para su venta.

La República de Irlanda se posicionó como pionera en la lucha contra esta adicción al convertirse en 2004 en el primer país del mundo en prohibir el tabaco en todos los espacios públicos, un paso inicial hacia el objetivo de alcanzar una «sociedad libre de humo» para el año 2025.