La recién creada Fuerza de Eliminación de Pandillas (GSF, por sus siglas en inglés) mató a varios presuntos miembros de pandillas en una operación realizada al norte de Puerto Príncipe, con el respaldo de unidades especiales de la Policía Nacional de Haití (PNH).
La GSF comenzó sus operaciones el mes pasado, tras la aprobación el 30 de septiembre de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que autorizó su despliegue en el país, y contará con un máximo de 5,500 efectivos policiales o militares, apoyados por 50 civiles, con un mandato inicial de 12 meses.
En la reciente acción en la comuna de Croix-des-Bouquets, territorio controlado por la banda 400 Mawozo liderada por Lanmò San Jou, se emplearon varios helicópteros y drones kamikaze, según informó la Policía Nacional.
Según informaciones no verificadas que circulan en redes sociales, el colaborador más cercano del líder de la banda, Ti Lion, podría haber sido abatido durante la operación.
Varios de los helicópteros empleados recibieron impactos de bala, y uno debió ser abandonado tras un aterrizaje de emergencia.
«Esta maniobra fue necesaria tras los rumores que apuntaban a un fallo mecánico», según la institución policial.
Tras el incidente, los agentes que estaban a bordo fueron rescatados y trasladados por unidades terrestres. Antes de abandonar la zona, incendiaron el helicóptero para evitar que «cayera en manos equivocadas», según indicó el comunicado.
Desde hace varios días, la Policía Nacional de Haití ha intensificado sus esfuerzos para «desmantelar los focos de bandas criminales en diversas áreas», con el objetivo de permitir que los ciudadanos puedan circular con seguridad.
Estas operaciones se iniciaron luego de que el líder de la banda, Lanmò San Jou, anunciara su intención de tomar control del municipio de Tabarre y asegurara haber hallado «campos de marihuana» presuntamente propiedad de miembros de la élite económica del país.
Anoche, los habitantes de Tabarre vivieron momentos de terror debido a intensos tiroteos, lo que obligó a decenas de personas a abandonar sus barrios y refugiarse en zonas cercanas.
Haití enfrenta desde hace años una profunda crisis en múltiples frentes, especialmente debido a los altos niveles de inseguridad. Desde principios de 2022, más de 16,000 personas han muerto por la violencia de las bandas, incluyendo más de 4.000 homicidios solo en el primer semestre del año, según datos oficiales.


