La Fiscalía de Madrid pide una condena de dos años y medio de cárcel para Luis Rubiales, expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), por los cargos de agresión sexual y coacción, relacionados con el beso no consensuado que le dio a la jugadora Jenni Hermoso después de la final del Mundial en Sídney.
El Ministerio Público ha presentado ante la Audiencia Nacional su informe de conclusiones provisionales, en el cual solicita una condena de dieciocho meses de cárcel por el delito de coacción para el exentrenador de la selección femenina, Jorge Vilda; el jefe de marketing de la RFEF, Rubén Rivera, y el director deportivo de la selección masculina, Albert Luque.
La fiscalía también solicita para Rubiales una inhabilitación para desempeñar actividades en el ámbito deportivo durante el periodo de condena, dos años de libertad condicional y la prohibición de comunicarse con la jugadora, así como de acercarse a ella a menos de 200 metros, por un periodo de cuatro años.
La fiscalía también busca que Rubiales indemnice a la jugadora internacional con 50,000 euros, al igual que los otros tres acusados, pero en este caso de manera conjunta y solidaria.
Este caso, dirigido por un juez de la Audiencia Nacional, es independiente de la investigación sobre varios contratos en la RFEF, como el traslado de la Supercopa a Arabia Saudita, en el que Rubiales también está siendo investigado en un tribunal de Majadahonda (Madrid).
El informe de la teniente fiscal de la Audiencia, Marta Durántez, describe la acción de Rubiales como «sorpresiva y sin consentimiento ni aceptación» de Jenni Hermoso, cuando durante la ceremonia de entrega de medallas del Mundial, él «sujetó su cabeza» con ambas manos y le «propinó un beso en los labios».
La acción desencadenó una serie de protestas y, además de las implicaciones legales, resultó en la inhabilitación de Rubiales por parte de la FIFA durante tres años.
El incidente tuvo lugar el 20 de agosto en el Estadio Australia de Sídney, después de que el equipo femenino ganara el Mundial. Durante la ceremonia de entrega de premios, Jenni Hermoso recibió su medalla y mientras era felicitada por el entonces presidente de la Federación, este la besó en los labios sin su consentimiento.
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