Por: Leanlly Pérez- La Fiscalía de Los Ángeles se opuso al intento de los hermanos Erik y Lyle Menéndez de obtener un nuevo juicio por el asesinato de sus padres, José y Kitty Menéndez, ocurrido en 1989.
A pesar de haber sido condenados a cadena perpetua en 1994 por este homicidio, los hermanos han estado buscando formas de ser liberados, impulsados por una campaña mediática que ha ganado fuerza gracias a un documental y una miniserie de Netflix sobre el caso.
Su defensa presentó un «habeas corpus», argumentando que existen nuevas pruebas que justifiquen un nuevo proceso judicial, como una carta de Erik que describe abusos sexuales por parte de su padre y el testimonio de Roy Roselló, exmiembro del grupo Menudo, quien también afirmó haber sido víctima de abuso por parte de José Menéndez.
No obstante, el fiscal Nathan Hochman, quien asumió su cargo en diciembre de 2023, se opuso firmemente al recurso.
Tras revisar más de 50,000 páginas del expediente, Hochman argumentó que las pruebas presentadas por la defensa no cumplían con los requisitos legales necesarios para aprobar un «habeas corpus», como la veracidad y pertinencia de las mismas.
Además, señaló que los hermanos Menéndez han ofrecido múltiples versiones del crimen, lo que debilita su alegato de defensa propia.
Inicialmente, los hermanos insinuaron que el asesinato fue perpetrado por la mafia, pero más tarde admitieron haber matado a sus padres alegando defensa propia debido al abuso.
El fiscal recordó que durante el juicio original, la defensa caracterizó a los hermanos como víctimas de abuso psicológico y sexual, pero la fiscalía argumentó que el crimen fue motivado por el deseo de heredar los bienes de sus padres, lo que llevó a su condena.
Hochman explicó que, aunque el abuso es un hecho grave, no justifica un acto de defensa propia en este caso, ya que no se presentó evidencia suficiente para corroborar las acusaciones de abuso en el momento del crimen.
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