En el mensaje publicado por Raful, indicó que el encuentro fue “amigable” y que sirvió como espacio para el diálogo constructivo. Además, la funcionaria recibió en su despacho tanto al joven como a su padre, quien es pastor evangélico, y le expresó personalmente que, si se sintió afectado por la actuación de los agentes, el Ministerio ofrecía disculpas.
Raful aclaró que durante la reunión, Santana explicó que no se sintió ofendido por la forma en que fue abordado por el capitán responsable del operativo, sino más bien preocupado por el cierre del local y su impacto en la operatividad del negocio.
Durante el Almuerzo Semanal del Grupo Corripio, la ministra comentó que estas situaciones deben servir para revisar y mejorar las directrices que guían las intervenciones policiales, especialmente en negocios como barberías que también ofrecen otros servicios. Reiteró que el objetivo del Ministerio es evitar medidas arbitrarias y fomentar la claridad en las acciones policiales.
Por su parte, Santana explicó que debido a las reiteradas intervenciones —algunas ocurridas incluso a las 10:00 y 11:00 de la noche— decidió grabar con su celular el momento en que una patrulla policial intentó cerrar su local la madrugada del pasado domingo, cuando todavía estaba ofreciendo servicios de peluquería. Aseguró que ha tratado de actuar con respeto, pero que sentía la necesidad de resguardar su negocio y su reputación.
Raful concluyó la reunión reiterando su disposición a colaborar con el joven empresario, reconociendo la importancia de generar confianza entre la ciudadanía y las autoridades. También destacó el gesto del padre de Santana, quien expresó su apoyo espiritual hacia la ministra.
La funcionaria calificó el encuentro como una oportunidad para mejorar los protocolos policiales y reforzar el compromiso del gobierno con el respeto y la equidad en el ejercicio de la autoridad.
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