Por: Leanlly Pérez- El pastor Ezequiel Molina Rosario, durante la concentración evangelística La Batalla de la Fe, realizada el 1 de enero, compartió su reflexión sobre la descomposición social que afecta a la República Dominicana.
Según su perspectiva, uno de los factores fundamentales para esta crisis es la dependencia laboral de muchas madres, quienes deben dejar a sus hijos en el hogar para poder cumplir con sus responsabilidades laborales. A través de este sacrificio, estas madres buscan dotar a sus hijos de lo necesario materialmente, pero este esfuerzo, en muchos casos, termina pasando factura al bienestar emocional y social de los niños.
En su discurso, Molina señaló que, a lo largo de sus más de 70 años de experiencia, ha observado que detrás de cada mujer exitosa en los negocios y las empresas, generalmente hay un hogar descuidado.
A pesar de que esta afirmación puede resultar polémica, el pastor defendió su punto, explicando que la constante necesidad de trabajar para asegurar un futuro económico para sus hijos deja poco espacio para el cuidado y la atención que estos necesitan en su desarrollo personal y afectivo.
Esto, según el líder religioso, tiene consecuencias graves para la sociedad, ya que los padres y madres no tienen tiempo para sus hijos, ni para sus parejas, ni a veces para cuidar su propia salud debido a la presión constante por generar ingresos.
Molina también se refirió a la crisis de valores que ha derivado de este modelo de vida. Explicó que los niños, al no contar con la presencia y orientación de sus padres, se crían de manera autónoma o, peor aún, bajo la influencia del barrio y la calle.
Esto, según el pastor, es un mal indicio, ya que los niños criados en ese ambiente no tienen el afecto natural que deberían recibir en el hogar. “¿No son estos hombres criados por el barrio los verdugos y asesinos de mujeres?”, se preguntó Molina, concluyendo que un hombre criado en un hogar amoroso y con la guía de una madre no sería capaz de cometer actos violentos, como agredir a una mujer.
En su mensaje, Molina Rosario también reflexionó sobre el aumento de la violencia y el crimen en la sociedad, particularmente en relación con los hombres que practican la maldad.
Consideró que el materialismo, que domina la sociedad actual, es una de las principales causas de este comportamiento.
En lugar de enfocarse en el bienestar emocional y moral de la familia, muchos padres y madres están más preocupados por adquirir bienes materiales que aseguren un futuro prometedor para sus hijos.
Esto lleva a que los padres pasen la mayor parte del tiempo trabajando y poco o nada de tiempo con sus hijos, lo que contribuye al colapso de la estructura familiar y social.
El pastor también abordó las políticas públicas y la asistencia social que, según él, no han logrado cambiar la situación, ya que no se centran en la restauración de los valores familiares desde una perspectiva espiritual. Para Molina, la clave de la solución radica en regresar a los principios establecidos en la Biblia, la verdadera cisterna de la que se debe beber para restaurar la paz y la armonía en los hogares.
Aseguró que, a pesar de los esfuerzos de consejeros y psicólogos, la violencia familiar sigue en aumento, ya que no se ha logrado introducir la palabra de Dios como base de la solución. En su opinión, cuando las familias y la sociedad comprendan y adopten los principios bíblicos, los hogares cambiarán, lo que a su vez transformará el país.
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