El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, fue diagnosticado con un cáncer de piel en etapa temprana, pero fue dado de alta ayer y regresó a su residencia, donde cumple prisión domiciliaria.
El líder ultraderechista, condenado la semana pasada a 27 años de cárcel por intento de golpe de Estado, fue hospitalizado de urgencia el martes, cuando los médicos le retiraron ocho lesiones cutáneas.
De acuerdo con Claudio Birolini, uno de sus médicos, dos de las lesiones resultaron positivas para un carcinoma de células escamosas, un tipo de cáncer en etapa temprana que por ahora no necesita tratamiento específico, aunque sí requerirá evaluaciones periódicas para controlar su evolución.
Birolini explicó que «no se trata del cáncer más simple, pero tampoco es uno de los más agresivos»
Bolsonaro será monitoreado de manera gradual por sus médicos en su residencia de Brasilia, donde cumple prisión domiciliaria desde el mes pasado por incumplir diversas resoluciones judiciales.
Según el médico, el expresidente de 70 años, quien fue hospitalizado por un cuadro de «anemia persistente y alteración de la función renal», se ha recuperado de esos problemas, que le provocaron vómitos, mareos y presión arterial baja.
La semana pasada, la Primera Sala de la Corte Suprema condenó a Bolsonaro, junto a siete de sus exministros y antiguos jefes militares, a penas de entre 16 y 27 años de prisión por planear un golpe tras perder las elecciones de 2022 frente al actual mandatario, Luiz Inácio Lula da Silva.