Las autoridades españolas anunciaron este viernes la detección de tres nuevos casos de jabalíes contagiados con peste porcina africana (PPA), lo que eleva a 16 el total de animales afectados, todos ubicados en la comarca de Cerdanyola del Vallès, en Barcelona.
El Ministerio de Agricultura explicó que los diagnósticos fueron confirmados por el Laboratorio Central de Veterinaria de Algete (Madrid).
La Red de Alerta Sanitaria Veterinaria (Rasve) indicó que ya son siete los focos reportados desde la identificación del primero, el pasado 27 de noviembre.
Estos nuevos casos se localizan cerca de los focos previamente detectados y dentro del área de mayor riesgo establecida, que abarca los municipios incluidos en un radio de 20 kilómetros alrededor de la zona afectada.
También se examinaron otros 115 jabalíes hallados muertos en su entorno natural o en carreteras y vías ferroviarias, los cuales resultaron negativos en las pruebas realizadas.
Las autoridades de Cataluña continúan realizando controles en las granjas y otros centros de cría porcina pertenecientes a las 55 explotaciones de la zona.
Hasta el momento, no se han encontrado síntomas ni lesiones compatibles con la peste porcina africana en ninguna de ellas.
El comité científico que investiga el origen del brote adelantó que el informe preliminar sobre las posibles causas se dará a conocer en un plazo de mes y medio, hacia finales de enero.
El Ministerio de Agricultura de España subraya que se mantiene un nivel elevado de alerta, con mayor vigilancia pasiva y medidas de bioseguridad tanto en explotaciones porcinas como en poblaciones de jabalíes, en Cataluña y en el resto del país, para evitar la propagación del virus.
Asimismo, recuerda que la peste porcina africana no afecta a los humanos, ni por contacto con los animales ni por consumir productos derivados de ellos.
El principal impacto se registra en el ámbito comercial, ya que la detección de los focos ha llevado a cerca de cuarenta países a suspender más de un centenar de certificados sanitarios de exportación de productos porcinos españoles.
Estos países no aceptan la regionalización, lo que implica que prohíben la entrada de productos desde toda España, y no únicamente de la zona afectada.


