Los escáneres corporales instalados de manera piloto por la Dirección General de Aduanas (DGA) en julio pasado en el Aeropuerto Internacional de las Américas (AILA) detectaron 74 teléfonos móviles de gama alta que un pasajero intentaba introducir al país como contrabando.
Según informó la DGA, el pasajero proveniente de Nueva York traía, sin la debida declaración, 74 teléfonos móviles ocultos en su cuerpo y equipaje.
De los teléfonos confiscados, 32 fueron encontrados dentro de un equipaje de mano, mientras que otros 42 estaban adheridos al cuerpo del pasajero, distribuidos entre las piernas y el abdomen, cubiertos por una faja.
A pesar de este intento de ocultación, los celulares fueron detectados por los escáneres y sus operadores en dicha terminal.
La visibilidad de los dispositivos, de diferentes modelos y en distintas condiciones, fue realizada de manera no intrusiva por el Bodyscan e inmediatamente se activó el protocolo.
Los bodyscans son aparatos que emplean cámaras térmicas para identificar objetos ocultos en los cuerpos de los pasajeros, sin requerir una inspección física directa.
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