El embajador de Estados Unidos en Israel, Mike Huckabee, aseguró que «cualquier profanación» de un lugar de culto representa «un acto de terrorismo y un delito», tras el intento de un grupo de colonos israelíes de incendiar la iglesia de San Jorge, en la ciudad palestina de Taybeh, a principios de julio.
«Cualquier profanación de un lugar sagrado, ya sea una iglesia, una mezquita o una sinagoga, es inaceptable. Cometer un sacrilegio profanando un lugar que se supone es un lugar de culto es un acto de terrorismo y un delito», afirmó Huckabee durante una visita a Taybeh.
El diplomático afirmó que deberían imponerse «duras consecuencias», ya que, según subrayó, se trata de uno de «los últimos bastiones de nuestra civilización: los lugares donde adoramos».
Mientras continúa la ofensiva militar de Israel en Gaza, la violencia por parte de colonos que ocupan asentamientos ilegales en Cisjordania ha aumentado a niveles sin precedentes, con numerosos incidentes en los que han agredido a palestinos, destruido sus olivares o matado a su ganado.
El 11 de julio, dos palestinos, no de ellos con ciudadanía estadounidense, fueron asesinados por colonos cerca de la aldea de Sinjil, al norte de Ramala. Uno de ellos murió tras recibir una brutal golpiza, mientras que el otro fue abatido de un disparo.
El Gobierno israelí rara vez presenta cargos contra ciudadanos israelíes por este tipo de agresiones, y en muchos casos los soldados protegen o respaldan a los colonos responsables.
«Lo que ha sucedido aquí es una auténtica farsa, y deseo hacer todo lo posible para que la gente de esta pacífica aldea sepa que insistiremos en que quienes cometan actos de terrorismo y violencia en Taybeh, o en cualquier otro lugar, sean encontrados y procesados», dijo Huckabee, predicador evangélico y exgobernador de Arkansas.
Tú que opina de este post