El Vaticano anunció este martes la apertura de una investigación sobre la desaparición en 1983 de la hija de 15 años de uno de sus empleados.
Se trata del caso de la adolescente Emanuela Orlandi, quien desapareció después de una clase de música en el centro de Roma el 22 de junio de 1983.
Este hecho nunca fue aclarado, dando lugar a múltiples teorías, nunca probadas e incluso fue objeto de un documental en Netflix.
Una examante del criminal Enrico de Pedis, sospechoso de pertenecer a la mafia, a la logia masónica P2 y a sectores de las finanzas del Vaticano, lo acusó de haber secuestrado a la joven y hundido su cuerpo en hormigón.
Para comprobarlo, la justicia italiana llegó incluso a abrir en 2012 la tumba de Enrico de Pedis, uno de los líderes de un grupo criminal romano conocido como «la banda della Magliana», asesinado en 1990 en un ajuste de cuentas.
Mientras que, la abogada de la familia, Laura Sgro, desea conocer ahora las intenciones de la justicia vaticana. «No sabemos lo que hará el Vaticano. En las próximas horas pediré una reunión con el promotor de justicia. Hasta ahora, la Santa Sede no ha hecho nada», indicó a AFP.
Pues a pesar de la antigüedad del caso, la familia de Emanuela sigue reclamando justicia y denuncia el silencio culpable del Vaticano.
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