El papa León XIV propuso que en la cena de Nochebuena se invite a alguna persona que esté sola o a familias con dificultades económicas, y aconsejó evitar lo que llamó “compras dopantes”.
El pontífice respondió así a la carta de un lector en la más reciente edición de “Piazza San Pietro”, una publicación gratuita distribuida en la plaza de San Pedro, donde anima a vivir una Navidad “sobria y de caridad concreta”.
León XIV también exhorta a rechazar las llamadas “compras dopantes”, aquellas que, según explica, no buscan la verdad ni la belleza, sino que solo responden a deseos impulsivos.
Asimismo, anima a los fieles a “a abrir nuestros hogares para acoger a los pobres”, sugiriendo “a una familia pobre o incluso a una sola persona a la cena de Navidad”.
Para León XIV, tanto la pobreza material como la existencial constituyen “una urgencia que no puede posponerse”.
En su respuesta, el papa desarrolla tres ideas centrales sobre la Navidad: primero, subraya el valor del testimonio cristiano como camino para acercar a los jóvenes a Cristo; luego, invita a vivir estas fechas con sobriedad y con gestos concretos de caridad.
Finalmente, orienta a los jóvenes hacia el ejemplo de San John Henry Newman, recientemente declarado Doctor de la Iglesia, a quien describe como un referente del diálogo y la educación que “puede ayudar a combatir la oscuridad del nihilismo” y a construir una auténtica civilización de paz.


