El Kremlin se negó este lunes a hacer comentarios sobre las acusaciones de tortura a los cuatro sospechosos en el atentado perpetrado el viernes en las afueras de Moscú, el cual ha resultado en al menos 137 muertes.
«Dejaré esa pregunta sin comentarios», afirmó el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov.
Durante su conferencia telefónica diaria, Peskov respondió de esta manera a una pregunta sobre las evidencias de violencia observadas en los presuntos terroristas, quienes fueron ingresados anoche en prisión preventiva por un período de dos meses.
En las imágenes captadas desde el tribunal, donde fueron trasladados los acusados, se puede observar a uno de los sospechosos en una camilla con un catéter, a otro sin una oreja, y a los dos restantes con el rostro hinchado y marcado por hematomas.
De acuerdo con informes de blogueros militares rusos, quienes compartieron imágenes que muestran la tortura de uno de los acusados, al cual le fue cortada una oreja, se indica que el responsable de la mutilación es un partidario del grupo ultranacionalista ruso Rusich.
Según las últimas cifras oficiales, el ataque en el Crocus City Hall, una sala de conciertos ubicada a 20 kilómetros del centro de Moscú, ha resultado en al menos 137 muertes y 182 personas heridas.
Los cuatro individuos sospechosos del delito fueron acusados de terrorismo y podrían enfrentar una condena de cadena perpetua.
En conjunto, las autoridades de seguridad rusas han arrestado a once individuos relacionados con el ataque, el cual fue reivindicado por el Estado Islámico, cuatro de estos individuos estuvieron directamente involucrados en la masacre.
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