La Unesco incluyó este miércoles el compas de Haití, conocido localmente como Konpa, en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, tras evaluar la candidatura presentada por el país caribeño ante el Comité Intergubernamental en Nueva Delhi.
Esta tradición involucra a músicos, bailarines, orquestas, productores y comunidades enteras en celebraciones y rituales familiares. Su baile es un elemento fundamental de su transmisión, que se realiza de manera informal en talleres y encuentros sociales, y más recientemente, en escuelas de música y danza que han incorporado el género a sus programas educativos.
«Se eleva hoy la voz de Haití para agradecer el reconocimento al compas en el patrimonio cultural y material de la humanidad (…) Una música que es el aliento de un pueblo, el latido de una isla en donde cada nota homenajea la vida, el amor y la dignidad», dijo la ministra consejera de la Delegación Permanente de Haití ante la Unesco, Maryse Saint-Pierre Cyprien.
La diplomática afirmó que el compas «transmite las risas y las luchas, los amores y las esperanzas de Haití, que incluso en el ojo del huracán siempre ha sabido convertir a la vida en un baile nacido del diálogo entre los tambores de África y los vientos del Caribe, y ha sabido tejer a lo largo del tiempo un lenguaje universal de alegría, de cohesión social y de resiliencia».
El compas, que se originó en la década de 1950 con la contribución clave del saxofonista Nemours Jean-Baptiste, es un género musical y un baile representativos de la identidad haitiana.
Su sonido combina percusión sincopada, guitarras y teclados, incorporando influencias taínas, africanas y europeas del período colonial, así como aportes posteriores de América.
Actualmente, esta música tiene proyección internacional gracias a la diáspora haitiana y desempeña un papel central en la vida social del país. Sus letras abordan temas como libertad, amor, resistencia y paz, y su práctica ha ofrecido consuelo y apoyo emocional en momentos difíciles, como tras el terremoto de 2010.
La candidatura recibió un fuerte respaldo de artistas, asociaciones y custodios de la tradición, quienes participaron en talleres y consultas durante la preparación del expediente.
Con la inclusión del Konpa, Haití suma su tercer elemento en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial, junto al pan de yuca (2024) y la sopa Joumou (2021).


