Por: Leanlly Pérez- Agentes estadounidenses de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) reforzaron este viernes la seguridad en la frontera con México, colocando alambres de púas y bloques de concreto en el puente internacional Paso del Norte, que conecta Ciudad Juárez con El Paso, Texas.
Estas acciones forman parte de ejercicios iniciados en 2019 para preparar a los agentes ante posibles incidentes que requieran respuestas inmediatas.
Sin embargo, comerciantes y usuarios habituales del cruce han notado un aumento en estas maniobras en los días previos a la investidura de Donald Trump como presidente, quien ha prometido implementar estrictas políticas migratorias.
Ciudad Juárez, uno de los principales puntos de entrada de migrantes que huyen de la violencia y la pobreza en sus países, ha visto interrumpido el tráfico vehicular por estas medidas, afectando a la población local.
Al mismo tiempo, el mecanismo CBP One, implementado durante la administración de Joe Biden para reducir los cruces ilegales al permitir a los migrantes solicitar asilo legalmente, podría ser eliminado bajo el nuevo mandato de Trump, lo que incrementaría la presión migratoria en la región.
México, ante la posibilidad de deportaciones masivas, ha comenzado a preparar albergues temporales en ciudades fronterizas como Tijuana, que recientemente declaró una «emergencia» para destinar fondos a atender la llegada de migrantes.
A diferencia de anteriores acuerdos entre Trump y el gobierno mexicano, en esta ocasión la presidenta Claudia Sheinbaum ha señalado que México solo recibirá a ciudadanos deportados mexicanos, aunque existe la posibilidad de negociaciones para evitar amenazas de aranceles a exportaciones mexicanas.
Analistas prevén que las tensiones migratorias y económicas entre ambos países aumenten significativamente con la implementación de las nuevas políticas fronterizas de Trump.
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