Por: Leanlly Pérez- La administración del presidente Donald Trump ha ordenado poner fin a todos los contratos federales con la Universidad de Harvard, por un valor aproximado de 100 millones de dólares, como parte de una serie de medidas que buscan revisar y restringir el financiamiento público a instituciones educativas consideradas por el gobierno como contrarias a sus “prioridades estratégicas”.
Esta decisión fue comunicada a través de una carta firmada por el Comisionado del Servicio Federal de Adquisiciones, Josh Gruenbaum, que será enviada a todas las agencias federales, instándolas a revisar sus contratos con Harvard, rescindir aquellos que no sean críticos y transferir los servicios esenciales a otros proveedores.
La carta, cuyo contenido fue divulgado por medios como The New York Times, forma parte de un esfuerzo más amplio por parte del gobierno para ejercer mayor control sobre las actividades de Harvard, una de las universidades más prestigiosas del país.
Esta ofensiva ha incluido la congelación de más de 3,200 millones de dólares en subvenciones y la imposición de restricciones a la matrícula de estudiantes internacionales, lo que ha dejado a varios estudiantes extranjeros, incluidos seis dominicanos, en una situación de incertidumbre.
Entre los argumentos del gobierno para cancelar los contratos se encuentra la acusación de que Harvard continúa promoviendo la discriminación racial, supuestamente desfavoreciendo a postulantes blancos en sus procesos de admisión.
También se le reprocha a la universidad su “tolerancia” frente a manifestaciones antisemitas recientes en el campus, lo que, según la carta, representa una “preocupante falta de consideración por la seguridad y el bienestar de los estudiantes judíos”.
En respuesta, Harvard ha recurrido a los tribunales para intentar frenar las medidas del gobierno. La universidad presentó una demanda solicitando la restauración de los fondos federales y el restablecimiento de su derecho a matricular a estudiantes internacionales.
Una jueza federal, Allison D. Burroughs, emitió recientemente una orden temporal que permite a Harvard seguir admitiendo estudiantes extranjeros, mientras se celebra una audiencia clave que determinará si esta protección legal se mantiene.
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