El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) puso en marcha este miércoles la operación migratoria “Catahoula Crunch” en Nueva Orleans, ampliando así el creciente despliegue de fuerzas federales en ciudades bajo administración demócrata, con el objetivo principal de detener a migrantes provenientes de Centroamérica y México.
Aunque el departamento no especificó qué agencias participarían, medios locales informaron sobre la inminente llegada de agentes de la Patrulla Fronteriza, similar a lo ocurrido el mes pasado en Carolina del Norte, donde se detuvo a 200 migrantes durante el operativo “Charlotte’s Web” (Telaraña de Charlotte).
En un comunicado, el DHS indicó que la operación en la ciudad más poblada de Luisiana estará dirigida a la detención de migrantes con antecedentes criminales.
Además, difundió imágenes de ciudadanos de México, Honduras, Guatemala, El Salvador, Jordania y Vietnam que, según la institución, habrían sido liberados debido a las «políticas santuario».
«Las políticas santuario ponen en peligro a las comunidades estadounidenses al liberar a extranjeros criminales y forzar a los agentes del DHS a arriesgar sus vidas para remover a extranjeros criminales ilegales a los que nunca debieron haber vuelto a soltar a las calles», dijo Tricia McLaughlin, subsecretaria del DHS.
La presencia de agentes federales ha generado conmoción en un estado donde residen alrededor de 223,000 inmigrantes, de los cuales casi uno de cada cinco es originario de Honduras y cerca de una octava parte proviene de México, según cifras del American Immigration Council.
Ante el temor de que empleados o clientes sean detenidos durante las redadas, diversos restaurantes y comercios latinos han anunciado cierres a través de sus redes sociales.
Al mismo tiempo, activistas han criticado que las autoridades estén centrando sus esfuerzos en migrantes con antecedentes penales.
El despliegue refleja, además, el incremento de los operativos impulsados por la Administración de Donald Trump en ciudades gobernadas por demócratas, entre ellas Nueva Orleans, cuyo cargo actualmente ocupa LaToya Cantrell y que en 2026 pasará a manos de Helena Moreno, nacida en México y quien ya había manifestado en noviembre su «preocupación» ante la posibilidad de este operativo.
Asimismo, Trump anunció el martes que enviará próximamente a la Guardia Nacional a Nueva Orleans, tras meses de que el gobernador de Luisiana, el republicano Jeff Landry, solicitara su presencia para «enfrentar la criminalidad».
«El gobernador Landry, un gran tipo, un gran gobernador, él ha pedido ayuda para Nueva Orleans y vamos a ir ahí en un par de semanas», avisó el presidente durante una reunión de gabinete en la Casa Blanca.
Los operativos pretenden reproducir lo que sucedió en junio en Los Ángeles y en septiembre en Chicago, acciones que provocaron protestas ciudadanas.


