El secuestro ocurrió cuando Rafael Tudares, quien se dirigía a dejar a sus hijos en la escuela por el inicio de clases, fue interceptado por hombres encapuchados y vestidos de negro, quienes lo obligaron a subirse en una camioneta color dorado.
Tudares ha estado desaparecido desde entonces. González Urrutia denunció el hecho en sus redes sociales, mostrando su consternación por la situación y el impacto que tendría en su familia.
El político venezolano había programado reuniones con importantes legisladores del Congreso de Estados Unidos, incluido el senador demócrata Dick Durbin de Illinois, pero decidió cancelar estos encuentros debido a la grave situación familiar.
El incidente se conoció después de que González terminara una reunión con legisladores republicanos, como el senador Rick Scott y el congresista Mario Díaz-Balart, quienes expresaron su apoyo a la causa de González y criticaron al gobierno de Nicolás Maduro, a quien consideran un régimen represivo.
Durante este encuentro, González presentó pruebas que, según él, demostrarían su victoria en las elecciones presidenciales del 28 de julio, en las que asegura haber vencido a Maduro.
Este incidente también ocurre después de que González Urrutia se reuniera con el presidente saliente de EE.UU., Joe Biden, para discutir la situación política en Venezuela.
Sin embargo, no ha confirmado reuniones futuras con el presidente electo Donald Trump, cuya administración asume el 20 de enero.
Además, González mencionó que un grupo de expresidentes latinoamericanos está considerando acompañarlo en su viaje a Venezuela para su investidura, en un acto simbólico de apoyo a su lucha.
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