Donald Trump aceptó la nominación presidencial en la Convención Nacional Republicana con un discurso que prácticamente evitó sus temas más controvertidos y se centró en la unidad del partido y del país.
El expresidente de 78 años, conocido por sus discursos grandilocuentes y agresivos, compartió un mensaje mucho más moderado y personal sobre su experiencia cercana a la muerte.
«Se debe sanar la discordia y la división en nuestra sociedad. Debemos sanarla rápido. Como estadounidenses, estamos unidos en un solo destino y un rumbo compartido. Nos levantamos juntos. O nos desmoronamos», manifestó Trump.
El expresidente, quien fue víctima de un intento de asesinato, expresó que «busca la presidencia por todo Estados Unidos, no por la mitad de Estados Unidos, porque ganar para la mitad de Estados Unidos no es una victoria».
En su discurso, Trump no mencionó directamente a sus oponentes demócratas, al presidente Joe Biden o a la vicepresidenta Kamala Harris, sino que se refirió a su administración de manera general.
Además, evitó hacer referencia directa a sus planes de gobierno más controvertidos y a sus temas favoritos, como la elección de 2020, el «Estado profundo», el ataque del 6 de enero al Capitolio federal y sus planes de deportar a millones de inmigrantes que se encuentran sin autorización en el país.
Su discurso, enfocado en el futuro, culmina un gran evento republicano que reunió a miles de activistas y funcionarios conservadores en Wisconsin, un estado crucial para las próximas elecciones.
El discurso de Trump se produce mientras Biden, de 81 años, sigue aferrado a la nominación del Partido Demócrata, pese a la constante presión de algunos aliados clave en el Congreso, donantes e incluso del expresidente Barack Obama, quienes temen que no sea capaz de reelegirse tras su desastroso desempeño en el debate.
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