Por: Leanlly Pérez- Durante una emotiva intervención ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, el diplomático palestino-estadounidense Riyad Mansour, representante de la Misión de Observación Permanente de Palestina ante la ONU, se quebró en llanto al referirse a la devastadora situación humanitaria que se vive actualmente en la Franja de Gaza.
Visiblemente afectado, Mansour denunció que más de 1,300 niños han perdido la vida a causa del conflicto armado entre Israel y el grupo Hamás, señalando que la población civil, especialmente los más vulnerables, está pagando un alto precio.
En un momento particularmente conmovedor de su discurso, expresó con dolor: “Los niños se mueren de hambre. ¡Es insoportable! ¿Cómo alguien puede tolerar este horror?”, antes de ser vencido por la emoción y el llanto.
El diplomático hizo un llamado urgente a la comunidad internacional para que actúe frente al sufrimiento del pueblo palestino, destacando la crítica escasez de alimentos, agua potable y medicinas, así como la destrucción de viviendas y servicios esenciales.
También denunció que el bloqueo y los bombardeos han dejado a miles de personas atrapadas sin salida ni protección.
La intervención de Mansour generó un momento de silencio y tensión en el Consejo, reflejando la gravedad de la situación en Gaza y la desesperación de quienes piden una respuesta humanitaria inmediata.
Su testimonio subrayó la urgencia de un alto al fuego y de una solución duradera al conflicto, basada en el respeto a los derechos humanos y al derecho internacional.
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