Por: Leanlly Pérez- Las autoridades de Hong Kong arrestaron a 13 personas —12 hombres y una mujer, de entre 40 y 77 años— por su presunta responsabilidad en el devastador incendio del complejo residencial Wang Fuk Court, uno de los peores siniestros registrados en el territorio en décadas. Los detenidos enfrentarán cargos por homicidio involuntario, delito que puede ser castigado con cadena perpetua.
La Policía confirmó que la investigación se abrió de inmediato tras detectar irregularidades en las obras de renovación del complejo, donde parte de las redes de protección no cumplían con las normas antiincendio. Muestras recogidas en varias de las torres afectadas apuntan a una violación grave de los estándares de seguridad obligatorios.
El saldo de víctimas continúa en aumento. Hasta el momento, 151 personas han sido confirmadas fallecidas, y las autoridades advirtieron que la cifra podría seguir subiendo a medida que avanzan las labores de búsqueda.
Aunque Hong Kong abolió la pena de muerte en 1993, los casos de mayor gravedad —como el de este incendio atribuido a negligencia severa— pueden terminar en prisión perpetua, dependiendo de la decisión del tribunal.
Además del proceso penal, los acusados podrían enfrentar demandas civiles, sanciones económicas y la inhabilitación para ejercer en sectores vinculados a la construcción y gestión de obras. La investigación también podría ampliarse a otras figuras del sector inmobiliario o autoridades reguladoras, en caso de confirmarse fallos sistemáticos en la supervisión del proyecto.
La tragedia ha generado una fuerte presión pública y ha reavivado el debate sobre la seguridad en edificios residenciales y la responsabilidad en la ejecución de obras en la ciudad. Las autoridades prometieron transparencia y aseguraron que continuarán informando conforme avance el proceso.


