Las ondas de coro se han escuchado históricamente en antenas de radio, como en la estación de investigación en la Antártida en la década de 1960, y las sondas Van Allen de la NASA también habían detectado estos trinos en los cinturones de radiación de la Tierra, pero a una distancia más cercana que la de esta nueva observación.
Los científicos, como Allison Jaynes, física espacial de la Universidad de Iowa, se muestran intrigados, ya que aún no están completamente seguros de cómo ocurren estas perturbaciones.
Sin embargo, se cree que el campo magnético de la Tierra podría tener un papel importante en la generación de estas ondas.
Las ondas de coro no solo se han detectado cerca de la Tierra, sino también en otros planetas como Júpiter y Saturno.
Estas son fundamentales, ya que pueden producir electrones de alta energía capaces de interferir con las comunicaciones por satélite.
Chengming Liu, autor principal del estudio, destacó la importancia de estas ondas, considerándolas algunas de las más fuertes y significativas del espacio.
La nueva investigación, que fue publicada en la revista Nature, reveló que las ondas fueron detectadas en una región donde el campo magnético de la Tierra está alargado, lo que representa una novedad, ya que los científicos no esperaban encontrar estas ondas en ese lugar.
Este descubrimiento abre nuevas líneas de investigación sobre cómo se forman estas ondas cósmicas, y expertos como Jaynes consideran que será necesario seguir observando estos eventos para obtener una comprensión más profunda de su naturaleza y sus implicaciones para la ciencia espacial.
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