El Consejo Presidencial de Transición de Haití (CPT) destituyó al primer ministro, Garry Conille, y designó al empresario Alix Didier Fils-Aime como su reemplazo, en medio de acusaciones de corrupción, disputas sobre la legalidad del proceso y la crítica de Conille, quien considera que la decisión contradice la Constitución haitiana.
En un comunicado divulgado ayer, Conille ordenó a Presses Nationales, la entidad responsable de publicar las decisiones oficiales, que no notificara la resolución del Consejo, lo que ha generado un conflicto significativo en la política haitiana.
Conille sostuvo que dicha resolución fue “tomada fuera de todo marco legal y constitucional”, generando “serias dudas sobre su legitimidad y sus repercusiones en el futuro del país”.
Según su opinión, esta decisión no solo contradice la Constitución del país, sino también los textos que regulan el período de transición de Haití Conille.
El documento señala que el Consejo Presidencial «no puede en ningún caso, ni siquiera en el marco de sus funciones transitorias, suplantar al Parlamento o ejercer un poder que no le haya sido atribuido».
Indica que, aunque el Consejo Presidencial tiene la facultad de nombrar al primer ministro, no existe ninguna disposición legal que le otorgue la autoridad para destituirlo. Esto pone de manifiesto las complejidades jurídicas en la situación de Haití con respecto a Conille.
Desde hace varios meses, se ha mantenido un conflicto entre Conille y los integrantes del Consejo Presidencial de Transición.
La resolución, aprobada por 8 de los 9 miembros del Consejo durante una reunión en el Palacio Nacional el pasado viernes, nombra a Alix Didier Fils-Aime como primer ministro.
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