Las largas horas de luz ofrecen otro mundo de posibilidades, que cada uno puede enfocarse a sí mismo.
Para disminuir el riesgo de sufrir una enfermedad del corazón, es importante hacer ejercicio físico. La práctica deportiva debe ir acompañada de una buena alimentación, un descanso apropiado y una buena hidratación.
Los deportes de verano, especialmente los acuáticos, son una buena opción para el corazón.
Algunos de los deportes para el verano son: las caminatas por la orilla del mar, las carreras por los paseos marítimos.
“Cualquier actividad que implique movimiento y esté mínimamente controlada para evitar lesiones es aconsejable”, comentó María Dolores Masiá, quien afirma que los deportes que nos permiten disfrutar de la naturaleza son aún mejores.
Las ventajas del ejercicio físico en la salud cardiovascular son ampliamente conocidas y están relacionadas con el control de riesgo cardiovascular, la hipertensión.
La práctica deportiva produce cambios favorables y positivos, por ejemplo, nuestro corazón desarrolla vasos arteriales que favorezcan el aporte de sangre y nutrientes al corazón.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) los adultos sanos deben realizar, como mínimo, 150 minutos semanales de actividad física aeróbica de intensidad moderada o 75 minutos de actividad intensa.
Pero los niños y adolescentes de entre 5 y 17 años deben hacer al menos 60 minutos diarios de actividad física principalmente aeróbica.
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