Por: Leanlly Pérez- Lo que debía ser un salto rutinario terminó en una dramática emergencia aérea cuando un paracaidista experimentado quedó atrapado bajo la cola de un avión Cessna Caravan al engancharse accidentalmente el asa de su paracaídas de reserva en el momento de salir de la aeronave.
El paracaídas se abrió de forma inesperada, arrastrándolo hacia la parte trasera del avión y golpeando el estabilizador. Mientras tanto, los demás saltadores continuaron la maniobra prevista, sin percatarse al instante de la situación.
Según la Oficina Australiana de Seguridad del Transporte, el paracaidista permaneció suspendido durante casi un minuto, tiempo en el cual logró cortar once sogas del paracaídas con un cuchillo especial, liberándose en pleno vuelo. Aunque su paracaídas principal también se enredó parcialmente, consiguió estabilizarlo y descender con lesiones leves.
El piloto, que sintió vibraciones y pérdida de control debido a los daños en la cola del avión, mantuvo la estabilidad de la aeronave mientras los demás saltadores abandonaban el aparato. Posteriormente declaró emergencia y logró aterrizar de forma segura en Tully, sin heridos entre los 17 paracaidistas ni la tripulación.
El incidente llevó al Far North Freefall Club a actualizar sus protocolos de seguridad, incluyendo el uso obligatorio de cuchillos de emergencia y nuevas verificaciones previas al salto. Las autoridades destacaron la rápida reacción del paracaidista y la pericia del piloto como factores clave para evitar una tragedia.


