Por: Leanlly Pérez- La filial de Louis Vuitton en los Países Bajos está siendo investigada por las autoridades neerlandesas por su presunta implicación en un escándalo internacional de lavado de dinero.
La investigación gira en torno a una clienta china, Bei W., acusada de blanquear cerca de 3 millones de euros entre 2021 y 2023 mediante compras frecuentes en efectivo, siempre por debajo del límite legal de 10,000 euros para evitar ser reportada.
Los artículos de lujo adquiridos —bolsos, accesorios y productos exclusivos— habrían sido enviados posteriormente a Hong Kong y China, como parte de una red criminal ya parcialmente desmantelada.
Un empleado de la tienda estaría involucrado en la operación, alertando a la clienta sobre la llegada de productos.
El caso ha encendido las alarmas sobre la vulnerabilidad del sector del lujo frente al lavado de activos, especialmente mediante prácticas como el “daigou”, donde compradores adquieren artículos en el extranjero por encargo.
Expertos afirman que el alto valor y discreción del mercado de lujo lo convierte en un objetivo frecuente para redes delictivas.