El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, anunció un nuevo estado de excepción en seis provincias y dos ciudades, incluyendo la capital, con el fin de enfrentar el aumento de la violencia.
El decreto impone limitaciones a los derechos de inviolabilidad del hogar, la correspondencia y la libertad de reunión.
Asimismo, establece un toque de queda en 19 ciudades de esas provincias, que se aplicará desde las 10 de la noche hasta las 5 de la mañana, con la excepción de Quito.
El presidente defendió la decisión basándose en la crisis interna que atraviesa el país desde principios de año, tras la fuga del narcotraficante Adolfo Macías, conocido como Fito.
El escape de Macías de una prisión en Guayaquil provocó una ola de violencia, incluyendo la explosión de artefactos en diversas ciudades y la ocupación por parte de individuos armados de un canal de televisión durante una transmisión en vivo.
El estado de excepción se mantendrá activo durante 60 días en las provincias de Guayas, Los Ríos, Manabí, Santa Elena y El Oro en la región costera, así como en Orellana en la Amazonía, y en Quito y el cantón Camilo Ponce Enríquez.
Ecuador se enfrenta a una inseguridad sin igual que se inició en 2021, marcada por más de una docena de masacres en las cárceles, resultando en la muerte de alrededor de quinientos reclusos. Las autoridades atribuyen esta ola de violencia a la actividad de grupos delictivos organizados vinculados a cárteles de drogas.
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