Por: Leanlly Pérez- Cuba ha anunciado que liberará a 553 presos «por delitos diversos» después de que el presidente saliente de Estados Unidos, Joe Biden, decidiera retirar a la isla de su lista negra de países patrocinadores del terrorismo.
Esta medida llega en el contexto de una serie de ajustes en la política estadounidense hacia Cuba, que buscan facilitar la liberación de personas detenidas injustamente en la isla, especialmente en un periodo de transición política en Estados Unidos, ya que Biden entregará el cargo a Donald Trump el 20 de enero.
Biden ha tomado tres «medidas unilaterales» como parte de este cambio de política. La más significativa ha sido la eliminación de Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo, un paso que La Habana había solicitado durante años.
Un alto cargo estadounidense explicó que la decisión se basó en la evaluación de que no había pruebas suficientes para justificar la designación de Cuba como un patrocinador del terrorismo. Este acto de «buena voluntad», según el gobierno de Biden, tiene como objetivo «ayudar al pueblo cubano» y facilitar la liberación de los prisioneros.
La cancillería cubana emitió un comunicado detallando que el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, envió una carta al Papa Francisco a principios de enero para informarle sobre la liberación de 553 personas sancionadas por delitos diversos.
Este gesto también fue realizado en coordinación con actores locales, como la iglesia católica, que ha jugado un papel clave en los esfuerzos por promover el diálogo entre el gobierno cubano y la comunidad internacional.
Además de la liberación de los presos, Biden suspendió durante seis meses el Título III de la ley Helms-Burton, que permite a los ciudadanos estadounidenses presentar demandas por propiedades cubanas que fueron expropiadas tras la Revolución de 1959.
También rescindió un memorando de 2017 que prohibía transacciones financieras con ciertas entidades cubanas, lo que dificultaba el comercio y las inversiones en la isla.
La decisión de liberar a los prisioneros incluye a aquellos detenidos durante las protestas antigubernamentales de julio de 2021, que pidieron más libertades y mejoras económicas. Estas protestas fueron fuertemente reprimidas, y cientos de personas fueron condenadas a largas penas de prisión, con algunos informes que indican que hasta 1,000 personas fueron arrestadas.
Entre los liberados se encuentran defensores de los derechos humanos, incluyendo algunos de los manifestantes detenidos en 2021.
Las familias de estos presos, como Liset Fonseca y Laida Yelkis Jacinto, han expresado su esperanza ante la noticia de las liberaciones, insistiendo en que sus seres queridos nunca debieron estar presos.
El alto cargo estadounidense también señaló que algunas de las liberaciones ocurrirán antes de que termine la administración de Biden, pero que es probable que otros presos sean liberados más adelante.
No obstante, se reconoció que estas medidas pueden ser revertidas por la administración entrante de Trump, quien tiene un enfoque más duro hacia Cuba. T
rump, en su primer mandato, reforzó el embargo económico y volvió a incluir a Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo, una medida que ahora se revoca parcialmente bajo la administración de Biden.
Por su parte, el canciller cubano, Bruno Rodríguez, celebró las acciones de Estados Unidos, pero también reiteró las críticas al «bloqueo» que aún persiste, una política económica que afecta a la isla desde hace más de seis décadas.
Aunque el alivio de las sanciones es visto como un avance para las relaciones entre ambos países, el gobierno cubano sigue considerando que el embargo económico impuesto por Estados Unidos sigue siendo un obstáculo significativo para el bienestar de la población cubana.
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