Debemos estar alerta a estos cuatro síntomas que nos podrían salvar la vida ante un trombo, por eso debemos conocerlos.
Los trombos son una especie de solidificación en una vena o arteria que no permite que la sangre fluya de forma correcta por las vías del organismo, algo que puede conllevar graves problemas.
Cuando una de estas formaciones bloquea una vía se puede complicar de forma aguda la salud del paciente.
Aunque existen múltiples causas de esta peligrosa enfermedad existen cuatro síntomas que pueden ayudar en gran medida a identificar si padecemos un trombo.
La hinchazón en una pierna o brazo suele ser la más habitual en el momento de padecer esta patología siendo, además, muy fácil de identificar.
Incluso, puede ser habitual que esta se desarrolle en ambas extremidades dando mayores facilidades a los especialistas.
El enrojecimiento o decoloración de una zona concreta también es otro de los principales síntomas. Un cambio brusco de una tonalidad a rojo o mayor brillo en la piel son los dos claros ejemplos de que deberá ser tratada la patología.
El tercer síntoma habitual es el dolor que acompaña a la hinchazón en muchos casos.
Normalmente, este se desarrolla en las extremidades también y puede ir acompañado de calambres o inflamaciones que dificulten el día a día.
Por último, debemos tener especial cuidado cuando aparezca una sensación de calor en una pierna.
La temperatura de la extremidad puede aumentar hasta el punto de desarrollar fiebre, algo que nos ayuda a identificar de forma efectiva la aparición de trombos.
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