La crisis energética que afecta a Cuba desde mediados del año pasado generará apagones simultáneos en hasta el 51% del país durante las horas de mayor demanda de electricidad por la tarde y la noche, informó este viernes la empresa estatal Unión Eléctrica (UNE).
La situación, que se ha intensificado desde mediados del año pasado, registró un promedio de casi 16 horas diarias sin electricidad en julio y casi 15 en agosto.
En ciudades importantes como Santiago de Cuba, Matanzas y Holguín, los cortes superan habitualmente las 20 horas al día.
Además, la crisis ha provocado cinco apagones nacionales en menos de un año.
Según el Gobierno cubano, las principales causas de los apagones son las averías en las centrales térmicas y la escasez de combustible, así como la falta de divisas para importarlo.
Respecto al apagón de este viernes, la Unión Eléctrica (UNE), dependiente del Ministerio de Energía y Minas, calcula que durante el horario de máxima demanda por la tarde-noche la capacidad máxima de generación eléctrica será de 1,760 megavatios (MW), mientras que la demanda alcanzará 3,450 MW.
Esto representa un déficit de 1,690 MW, con una afectación estimada de 1,760 MW, aunque los valores reales suelen superar las proyecciones oficiales.
Actualmente, cinco de las 20 unidades termoeléctricas, repartidas en siete centrales, se encuentran fuera de servicio debido a averías o trabajos de mantenimiento.
Además, 53 centrales de generación distribuida (motores) están fuera de operación debido a la escasez de combustible, como diésel y fueloil.
La mayoría de las centrales térmicas cubanas se encuentran obsoletas tras décadas de uso y un déficit constante de inversión y mantenimiento, mientras que varios motores están fuera de servicio debido a la falta de divisas para importar combustible.
Expertos independientes señalan que la crisis energética se debe a una infrafinanciación crónica del sector, que ha estado completamente bajo control del Estado cubano desde el triunfo de la revolución en 1959.